Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo. He aquí algunos de esos momentos
lunes, 19 de diciembre de 2022
Cuyralet , perdido en la niebla.18 de diciembre 2022
domingo, 11 de diciembre de 2022
Cacharreando por Arette.4 diciembre 2022
Al fin llega la ansiada temporada de esquí y para estrenarla
nos juntamos una buena cuadrilla para ir a donde creemos que va a haber más nieve: Arette. Y acertamos .Ya subir por el Puerto
de Belagua nos pareció una maravilla, mayor aun viendo el Valle de Roncal con este
aspecto invernal.
Subimos con las tablas hasta una cima cercana
al Soumcuy y desde allí unos valientes quisieron
explorar un descenso hacia los fuera pistas de la estación. Aquí ya no
acertamos. Un laberinto de simas nos hizo subir haciendo una larga escalera hasta
las pistas. Descendemos por ellas hasta el punto más bajo donde almorzaremos en un frío sol de invierno. Ponemos focas de nuevo para ascender
al punto más alto de Arette y bajar ya
rápidamente hasta los coches. Al final salió
un buen desnivel, al menos para mí y para un principio de la temporada. Esperemos
que tenga continuidad
martes, 6 de diciembre de 2022
En btt por San Martín de Unx. 12 noviembre 2022
Una ruta que me sorprendió. Tanto por conocer el enclave de
Santa Elena de Abaiz, como por el destrozo que ha hecho este verano el fuego.
Me dejó impresionado. Santa Elena de Abaiz es una iglesia románica parcialmente
reconstruida por los vecinos del cercano pueblo de Lerga que parece estar en
mitad de ningún sitio. Ya está documentada ya en el siglo XI y por tanto
podría ser el edifico más antiguo de Navarra. El sendero que aquí acaba, lo
hace por el filo de una cresta, y con unas vistas estupendas. A continuación toca
pista, rodeada de los restos que el fuego ha dejado del bosque. No me hago una
idea de lo que debió ser esto, pero si de la extensión del daño. En este
entorno casi cataclísmico discurren los senderos que bordean el Txutxu alto,
cumbre de la Sierra de la Guerinda y el de Barbachete. Sin embargo son disfrutones a tope. Y tampoco ardió todo, un buen tramo discurre
por senderos en un precioso bosque de encinas con sus mejores galas otoñales.
Una maravilla que no imaginaba que me podría encontrar por aquí
sábado, 3 de diciembre de 2022
Del Monasterio de Yuso a Fuenfría.Btt por la Rioja 5. 15 octubre de 2022
Hoy es mi último día de
bici por la Rioja. Y me despido saliendo de un lugar mítico para la Rioja y la
cultura en general. El monasterio de Yuso, un enorme edificio de cinco siglos
de existencia, pero con mil años de historia desde su fundación y “cuna de la
lengua”. Donde se encontraron los primeros textos en castellano y euskera (con
permiso para el euskera de la Mano de Irulegi, que puede cambiar mucho esta
historia).
Salgo así por la carrera
asfaltada que recorre el fondo del Valle del Río Cárdenas, preciosa con los
clores otoñales, para en un momento dado dar un giro brusco para tomar una
pista que sigue a media ladera la vertiente derecha del valle. La subida es
para recordar, por un precioso boque de hayas y el arroyo jugando a esconderse
en la gruesa capa de hojas. Por esta media ladera y con vistas a todo el valle,
llego hasta el pueblito de Pazuengos, en un rincón rodeado de colinas de curiosos
colores ocres y rojizos. Sorprendente y muy bonito lugar.
Continúo por buena pista hasta el lugar conocido con la Fuenfría. Ahora son todo pastos que me traen recuerdos de cuando estuve por aquí en la Ruedas de Lana. Toca el descenso, enseguida me meto en el hayedo, y pronto tengo otra vez problemas con los cazadores. Esta vez no son tan educados y se mosquean de verdad. Y otra vez los comentarios de “te la estás jugando", “no pases por aquí", hasta me suelta uno mientas pedaleaba lo más rápido posible para perderlos de vista y por mi seguridad: “con dos cojones”. Me arrepiento todavía de no haberme parado y habérsela liado.
Attiba y abajo, Pazuengos y su entorno |
Esta vez si hubiera cambiado la ruta, pero no conozco la zona y no tenía
ganas de empezar a enredar con el GPS. Era más seguro salir rápido, menos
mal que el hayedo y la senda final hasta el monasterio compensaron este mal
rato.