Siempre
he pensado que como se comienza el año marca el resto de los 364 días. Por eso,
y siguiendo este pensamiento mágico, mi hermano y yo nos acercamos a Ioar, en
la sierra de Codés, la montaña más cercana de casa estos días como vamos
haciendo desde hace unos cuantos años el primero de enero. También por esto, y como
dije en una entrada anterior, es una
montaña totémica, y además este año nos regala con un manto invernal que no habíamos
visto desde hace mucho mucho tiempo.
No solo fue la cima de Ioar, también la poco visitada cima de El Grudo. nos faltó la tercera cumbre que forma esta montaña, La Plana, pero se nos hizo tarde. Es lo que tiene no madrugar el día de Año Nuevo
No hay comentarios:
Publicar un comentario