Esa mañana
daban nubes y claros. Y casi aciertan, Hubo un claro y una nube. El claro
llegaba hasta el Pirineo y en el Pirineo estaba agarrada la nube. Así las cosas,
cuando llegamos a Astún, nuestra idea de
una vuelta circular, nevisqueando y con mala visibilidad se nos fue sin remedio
de la cabeza. Decidimos subir por las pistas hasta el telesilla-ibón de Truchas
por si mejoraba poder acercarnos a la zona de Les Moines. Pues no, la niebla se
cerró más, así que nos bajamos y para para ganarnos el almuerzo-comida nos subimos un par de
veces a La Raca.Y también para disfrutar de la
¡nieve polvo! caída la noche anterior Y esto fue todo
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