Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo.
He aquí algunos de esos momentos
jueves, 26 de noviembre de 2020
Turbón, en circular. 8 octubre 2020
La noche previa la pasé cerca de las Vilas del Turbón. El hotel estaba cerrado y las casas de alrededor
vacías, lo que daba a la zona un aspecto fantasmal, no había un alma. Así discurriría toda la jornada siguiente hasta que llegué de vuelta a Aínsa.
La ruta sigue inicialmente la vía más frecuentada pero cuando veo de frente el collado hago un giro brusco hacia la izquierda hacia los farallones de roca buscando el Corredor de las Fuevas, que si bien de lejos parece de difícil acceso no es así, ni siquiera hace falta apoyar las manos. El corredor acaba en la meseta cimera que su primera mitad es llana y luego de pendiente moderada hasta la cima. Las vistas son increíbles, todas las grandes cumbres de Benasque, la Peña Montañesa, dónde estuve ayer y las cumbres del Valle de Arán.
a la salida del Corredor de las Fuevas
cumbres de Benasque
al lado, Peña Montañesa
El descenso será por la ruta más normal ,por pendientes suaves de suelo rocoso primero, campas después y finalmente el sendero que me dejará en la pista antes del punto de salida
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