Cada vez que por aqui vengo, se que repetiré. No deja de sorprenderme la velocidad con la que se retiran los hielos de la norte de los Infiernos, pero siempre quedan los contrastes de roca dorada y aguas azules.
Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo. He aquí algunos de esos momentos
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