Tres murcianos y un pamplonés en tierra bereber.
Un guía, tres muleros y de estos un fino cocinero.
Así comenzamos una larga caminata de seis jornadas
por diversos entornos: cultivos, planicies desérticas,
ríos, alta montaña… Ésta en nuestro punto de mira
desde que en cada uno fraguó la cumbre del Mgoun,
en el Alto Atlas. Al final de cada jornada parada y
fonda, en unas albergados, en otras acampados,
bien halladas todas ellas. En una de estas el río nos
embarcó hacia la desconocida Ifastas, donde los
duendes sacaron de su pequeña chistera un sinfín
de deleites.
El viaje -todos los viajes-
es como un puzzle a
componer. Para que todas las piezas queden
colocadas, habrá que lidiar, también, con lo
inimaginable, en especial con la montaña.
Nos comimos la guinda –la cumbre- con una buena dosis
de euforia y ¡hala, a seguir disfrutando!
A vosotros que hicisteis posible unas disfrutonas jornadas.
Posefo
Al Abuelo de las Montañas, duro como ellas, excelente compañero de caminatas bereberes y siempre dispuesto a desenfundar su fonendo.
ResponderEliminarPosefo
ⵎⴰⴽ ⵉ-ⴷ-ⵜⵛⴽⵉⴷ ⴱⵓⵙⴼⵓⵙ
Eliminar¡Ya decía yo!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, a pesar del esfuerzo que pueda suponer, eso sí que es cargar pilas.
ResponderEliminarMuchas gracias. Y con la inefable aportación de Posefo. Gran persona y tremendo encantador de serpientes
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