jueves, 29 de junio de 2017

Btt Goizueta-Artikutza. La Navarra mas recóndita. 10 Junio 2017





  Ruta organizada por el Club Deportivo Navarra, con mucho sendero , bastante mas de lo que se aprecia en el vídeo, pero es que manejando en esos terrenos no alcanzo a manejar la cámara o corro riesgo de acabar en el suelo. Recorrido perfecto para hacerlo en días de calor como estos, pues gran parte discurre por el interior del bosque, en una zona  muy húmeda y casi selvática .El camino arranca en el pueblo de Goizueta pasando por  el paraje de Artikutza, finca situada en Navarra pero que fue comprada por el Ayuntamiento  de Donostia para surtir de agua a la ciudad




El track:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=18167740

lunes, 26 de junio de 2017

Myanmar. Templos, canoas y caminatas. Parte segunda. Agosto 2016



    Continuamos el viaje. Nos desplazamos desde Bagan a Nyaungshwe, punto de entrada al Lago Inle y el pueblo más grande del entorno. Allí hay  mucho que hacer y conocer, Un día dimos la vuelta al lago en bici, ruta que se completa cruzando  el lago en barca y donde ya tienes los primeros contactos con los palafitos. Otro día hicimos un recorrido en barca por el mismo lago, donde comprobamos como toda la vida flota en sus aguas: las casas, el trabajo, los pescadores, los mercados, las huertas, los juegos de los niños, los turistas...Visitamos por su puesto sus templos y ya en los alrededores la impresionante cueva de Hpa-An, una  gran gruta con cientos de estatuas de Buda que ocupan todos los rincones, estatuas de todos los tamaños, a cual más grande, todo dorado y todo  donado por fieles de todas las partes del mundo. En su puerta vivimos una curiosa paradoja, bajo las estatuas de una araña gigante en posición de atacarte desde arriba y bajo un gran imagen de un hombre  al que los buitres le están comiendo las tripas, los siempre sonrientes y amables adolescentes locales no podían dejar de hacerse-todos- fotos con nosotros, con los únicos occidentales que por allí pasaron. De vuelta a Nyaungshwe le pedimos a nuestro conductor si nos podía ensañar algo de la vida rural del país, Y sin ningún problema paraba en la casa que le apetecía y para adentro. Aquí, en la zona rural al menos, las casas no cierran sus puertas, cualquiera puede entrar y hablar con sus propietarios, al conductor le veíamos como si estuviera en su casa, mientras los dueños nos explicaban como era su día a día y  nos presentaban a su  familia. Experiencia esta que se iba a repetir en los días siguientes
   Para continuar el viaje, decidimos hacer el trekking a Kalow. Algo muy común entre los turistas  solo que generalmente se hace al revés. No hay que pensar en un trekking por zonas montañosas, mas bien, es un “agrotrekking”, caminas por todo tipo de cultivos, donde todo tiene un color intenso, los colores de las ropas de las distintas etnias con las que te cruzas, el rojo de la arcilla, el verde rabioso de los arrozales y la vegetación, Durante la caminata seguimos alojándonos en las casas de los lugareños, como siempre abiertas, salvo la primera noche que fue un templo budista habilitado para alojar a caminantes.
   De vuelta en Yangon, seguimos rumbo al sur. Queríamos visitar la Roca Dorada, uno de los centros sagrados mas importantes para los budistas, Es una gran piedra redonda colgando de forma increíble al vacío y cubierta por muchas capas de pan de oro que los fieles cubren a base de  pequeñas láminas de este material de forma aparentemente infinita. Imagino que colgará al vacío pues el monzón insistió en recordarnos que era su mes y fue una visita pasada por agua. Tras una visita última a los inmensos Budas sedentes dimos  unas cuantas vueltas para intentar desplazarnos por esta zona que está fuera ya de los recorridos turísticos. Solo hay transporte público a lugares conocidos, nadie habla ya  inglés y hasta la comunicación por gestos es diferente. Pero su amabilidad y honradez nos permitía salir de todas.
   Y esto ya se acaba, volvemos a Yangón, pasamos al otro lado del río, visitamos el templo de las serpientes, cenamos en la calle, como señores, en el siempre muy bullicioso barrio chino. No hacemos las maletas sino recogemos nuestras mochilas que siempre nos han acompañado y nos despedimos de este maravilloso país, tierra de omnipresentes templos, budas y monjes, pero también de caras amables, gente cercana y de eterna sonrisa