Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo.
He aquí algunos de esos momentos
Y haciendo honor al título de este blog, recuerdo una aventurilla que con unos aguerridos montañeros y viejos conocidos de otras historias, tuvimos hace ya más de año y medio. Fuimos a hacer esquí de travesía a las montañas eslovacas. Los Altos Tatras. Estos montes forman la parte más noroccidental de la cordillera de los Cárpatos. Es esta una cordillera que con forma de hoz discurre por los países de Rumanía, Ucrania, República Checa, Eslovaquia y Polonia. Formando una de las tres grandes cordilleras de la orogenia alpina junto con los Alpes y los Pirineos.
Localización de nuestra zona
preparando avitalluamientos
No son montañas muy altas, tampoco excesivamente alpinas excepto en los Tatras, donde se encuentra la mayor concentración de sus mayores alturas, que suelen rondar en sus puntos más altos los 2500 metros. Esto hace que para el esquí de travesía rápidamente las pendientes se empinen, las vueltas maría aparecen pronto cerrándose enseguida. Y a pocos collados y cimas llegaríamos con los esquís puestos. Todo esto nos hizo recorrer rutas circulares, atravesando collados y cimas (Salatin,Tri Kopy, Pachola, Spalena) con pendientes a veces bastante potentes
Arriba y abajo, hacia el Salatin
hacia el Try Kopi
Al final de cada día , tras bajar de aquellas cumbres de nombres difíciles de recordar, nos esperaba el alojamiento en una casa de lujo en Zuberec, con espa al aire libre y saboreando las ricas cervezas de este país
Castillo de Orava, donde s gravó la película Nosferatu
El Bacías, monte del Balneario de Panticosa que sus grandes hermanos de la zona lo hacen aparentar humilde sin serlo tanto, que por algo pasa de los 2700 m.. Ascensión siempre agradecida entre lagos y tremendas vistas y que espero que cuando vuelva sea con esquis.
Tengo amigos de lejos de estos valles que cuando por
aquí han venido se han vuelto con la idea de que han estado en el
Pirineo navarro. El más fácil acceso desde el Valle de Roncal y la toponimia les confunden,
y es que ,por ejemplo, Acherito viene del vocablo vasco Atxa (Peña ) como
Achar de Alano o Castillo de Acher. Y esto nos retrotrae a aquellos orígenes
del protoreino y reino de Pamplona ,allá por los siglos diez y once.
Este día uniríamos
las cumbres del Mallo de Acherito, que tan buenos recuerdos nos trae por ser
posiblemente la mejor esquiada del valle, y el más bonachón Chinebral de
Gamueta. En un día otoñal que disfruté con la buena compañía de Begoña y Alazne
Seguimos viaje hasta Tashkent, que es la capital del país. Poco queda del resplandor arquitectónico de las ciudades anteriores. Sin embargo nos encontramos con la estética soviética, con uniformes urbanizaciones, grandes parques, el impresionante memorial de los caídos en la Segunda Guerra Mundial (un millón de uzbekos) y el metro, que parece un museo y que imagino que parecido al de Moscú.
Ha sido un cambio de arquitectura, cultura e historia este final del viaje. Un cambio que ayudaría para otro menos deseado, el del final de un viaje y vuelta a la vida diaria
Y siguiendo con el viaje a Uzbekistán, llegamos a
Khiba, en avión, nada que ver con el talgo de los años 70 con los marcos
de madera en las puertas y maquinaria soviética que nos dejó en Bukhara. Khiba
es otra perla, como merece el último oasis antes de que la Ruta de la Seda
entrara en el inmenso desierto iraní.
Nos alojamos en una
antigua madraza, aquellas escuelas coránicas donde estudiaban y vivían estudiantes.
Y en sus celdas l, transformadas en habitaciones pasamos las noches.
Atravesando
sus murallas entramos al casco viejo, que es un cuento de ladrillo cocido,
donde cada uno de sus infinitos rincones da para gastar un carrete de fotos.
Este fin de semana el objetivo era disfrutar del raro, por poco frecuente, placer de disfrutar de la montaña de una forma contemplativa. Para ello me pareció buena idea el circo de Respumoso , un sitio tranquilo , al menos a partir del refugio
Y allí me subí sin prisas y con tiempo para poder disfrutar con tranquilidad, en completa autonomía. Pero no todo va a ser contemplación. Al día siguiente, con el día más fresco del mes de agosto, ascendí a estas dos montes, más solitarios que la más frecuentada, vecina y grande Gran Facha, si bien me sorprendió la poca gente que me encontré por la zona
Las dos tienen vistas espectaculares. Mi intención era hacer también el Cambalés, pero me pareció que saldría un día demasiado largo para llegar a una hora prudencial a casa, teniendo en cuenta que tenía que desmontar la tienda y bajar cargado.
Lástima que el verano sea corto porque estos días largos y templados en el Pirineo, son una auténtica delicia
El macizo de Bernera es una sierra kárstica que separa, de forma paralela al eje pinenaico, las cabeceras de los valles de Aragües del Puerto y Aisa.
Es esta una ruta solitaria. En un fin de semana de agosto solo me encontré en la cima del Bozo de Bernera a otra montañera solitaria…
Es una ruta muy variada: inicio hacia el Collado del Bozo siguiendo la gr 11, sigo camino del Paso de Esper para, a mitad de camino, girar bruscamente a la izquierda. Me encaramaría por una zona kárstica muy rota, sin senda ni mojones, a un valle colgado, también kárstico, teniendo que tirar de GPS y, que por un rato que me perdí, transitando por zonas hendidas por gritas muy muy afiladas.
La sección final al Bozo de Bernera ya es más suave, más aún la sección al Bernera o Pico de mediodía. De aquí, descendiendo por un caos de bloques, ya con algún mojón, empalmaría con la otra variante de la gr 11, que viene del Ibón de Estanés, ya muy cerca del refugio de los Forestales y de Lizara.