lunes, 24 de octubre de 2022

Orreaga - Sorogain - Lindus - Lepoèder - Orreaga. 9 octubre 2022


   La de hoy es una ruta para disfrutar del bosque otoñal. Desde los primeros metros rodamos entre hayas por el Camino de Santiago, el  bosque se hace  más salvaje después, siguen  prados y carretera, que al estar rodeada de colores verdes y dorados la convierten en un placer. Llevamos así al refugio de Sorogain, donde arranca una pista  tiesa  y asfaltada que al tumbar asoma al  Adí y a las montañas cercanas. Llegamos a las campas de hierba más altas, donde ya empezamos con problemas con los cazadores. Alguno en su palomera se cagó en todo al pasar nosotros  por delante, saliendo incluso con gesto amenazante. Lo de siempre, debe creer que el monte es para su uso exclusivo. Nosotros ni caso, la campa se pone tiesa y empujando la bici llegamos al Txasperro. Al bajar, enseguida nos metemos en un hayedo de cuento, para salir por una pista casi verde que bordeando por el norte el Menditxipi  baja después al valle.  Otra vez   pista arriba entre hayas y prados hasta el Lindus. Más bosque de cuento y pista asfaltada nos dejan rápidamente en el Puerto de Ibañeta. Aquí ya hay movimiento: peregrinos, turistas, montañeros, pero sin masificaciones y todos, como nosotros, disfrutando de las galas otoñales de la montaña.

Camino de Txasperro, Adi a nuestra espalda


    Toca ahora la guinda final, la dura subida al Collado de Lepoeder, por pista asfaltada, a veces rota y a veces con tramos de muy duro sendero. Me cruzo con tropecientos peregrinos, bajan por el camino más largo, no entiendo muy bien el por qué. Los coreanos, o japoneses, que no se diferenciarlos hasta me hacen fotos. Llegó por fin al último punto de subida, el Collado de Lepoeder. Espero y espero a Luis, que iba por detrás pero siempre a la  vista. A la media hora, ya preocupado tras llamarle varias veces sin respuesta, me dice que está abajo. Se lió con el GPS y se saltó este collado, tirando recto por el Camino de Santiago. Allá que voy entonces, con cuidado de no salir volando por la cantidad de piedras y peregrinos que hay en la mitad superior, la inferior  está más limpia de obstáculos y toca disfrute continuo por la senda hasta el coche. De nuevo otro regalo otoñal

Bajando de Lindus



Collado de Lepoéder





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