miércoles, 7 de agosto de 2019

Alpes 2019. Vuelta al Lyskamm.6-13 Abril. parte 2




    En nuestro  tercer día amanecemos en el refugio de Monte Rosa con buen tiempo pero sabemos que es una ventana previa al temporal que se acerca. Iniciamos el descenso por el glaciar Gorner, vigilados por la cara norte del Breithorn, el Castor, el Pollux y la cara norte del Cervino. Recuerdo que mi primera vez en Alpes hice este recorrido, andando y en verano, saliendo del típico y pequeño refugio alpino que era antes el del Monte Rosa. Mucho más me costó entonces. ¡Hace casi 12 años! Ni se me pasaba entonces por la cabeza que me pondría unos esquís en los pies. Al llegar al cruce con el glaciar Theodulgletscher giramos 90° a nuestra izquierda y rodeamos por otra vertiente al Breithorn y el Klein Matterhorn hasta llegar a las pistas de esquí que acaban en el Refugio Guides de Cervino,  donde pasaríamos la noche, entrando el mal tiempo nada más llegar nosotros. Nos encontramos a mucha gente en este lugar pero a cambio cayó un inesperado chuletón nada más llegar.

El Monte Rosa vigila la subida por el Theodulgletscher el tercer día de travesía



y vamos bordeando la el Breithorn y el Klein Materhorn

    Cuarto día. Salimos sin ver un palmo, todo es blanco, seguimos a Roger y al GPS, atravesamos una media ladera atentos por riesgo de aludes pero al menos la nevada nocturna ha parado. Tras algún momento de tensión por la nieve acumulada, una vez en el collado entre el Castor y Pollux y con algo más de visibilidad quitamos focas para descender hasta el refugio Guide Val D’Ayas. Estamos ahora sí, prácticamente solos, incluso los guardas nos obsequian con picoteo y un poco de aguardiente a media tarde.
    Y llega con pena el último día, con condiciones dudosas decidimos intentar el Pollux. Llegamos así al Collado donde empezamos el descenso el día anterior y empezamos la trepada allí donde asoma la roca. Posiblemente con terreno seco sea fácil pero todo nevado hay momentos que me imponen y eso que Roger, en cabeza nos lo pone lo más fácil posible
   Llegamos a unas paredes bastante lisas equipadas con cadenas, ver a Roger trepar sobre  las puntas delanteras de los crampones  mientras limpia la nieve de las presas me impresiona. Dudo un poco pero  tirando de brazos por las cadenas llego a La Madonna donde nos reunimos todos. De allí por la arista, fácil pero con ambiente queda poco a la cima, la alegría del grupo ya os la podéis imaginar.

Roger en las cadenas , queda poco para la cima del Pollux
El Castor y la Madonna en la antecima del Pollux
    Queda ahora un largo descenso, el previsto era subir al Paso superior di Bettolina  para descender ¡casi 2000 m! Pero los guardias del refugio nos advierten que tras este año tan seco su salida es una pala tiesa de hielo duro y toda esta nieve nueva y húmeda encima lo hace demasiado peligroso. Así que optamos por el descenso directo, enseguida nos metemos en la niebla, lo que hace que suba la temperatura y convierte la abundante nieve caída los días anteriores en profunda y húmeda, llegamos después a una ladera que bordea una morrena lateral que inestable y con este calor va soltando piedras y a nosotros nos hace soltar adrenalina. Salimos al final a las pistas del fondo del valle para quitarnos los esquís muy cerca del pueblo de Saint Jacques
Y se acabó así esta travesía, muy muy  alpina, y no es metáfora, a caballo entre Italia y Suiza y que cabalga en el sutil aire de los cuatro mil metros.

Nos espera una buena cena en Chamonix y con pena nos despedimos. Ha sido un placer compartir estos días con un grupo tan variopinto








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