domingo, 16 de febrero de 2025

Travesía Linza Lescún. 9 febrero 2025


   Ya lo echaba de menos; esta es la primera salida que realizo con el Club Deportivo Navarra en los últimos dos años. Partimos con previsiones de mal tiempo, y las condiciones resultaron ser peores de lo esperado; casi todo el trayecto lo hicimos bajo un persistente "orbayu". La intención era ascender al Petrechema, pero el mal tiempo y la escasa visibilidad hicieron que fuera inviable. Desde el Collado de Petrechema, emprendimos el descenso sobre una nieve profunda y muy húmeda, tocaba esqui-supervivencia y cuidar nuestras rodillas. Así, con los esquís puestos llegamos al asfalto, en una de las bajadas más largas que se pueden hacer en esta zona.

lunes, 10 de febrero de 2025

Un bucle en Astún: Cabaña de la Glęre y Pico de Astún.2 febrero 2025



  Hoy quedé con mi amigo Alejandro, de Madrid, con quien compartí tan buenos momentos hace un año en Dolomitas. Además, es un estupendo esquiador. Madrugamos, pero aun así nos pilló el atasco en Villanúa camino de Astún. No ha habido casi nieve este año, y llevamos varias semanas de mal tiempo hasta ahora. La gente tiene las mismas ansias que nosotros, así que aparcamos tarde y lejos, lo que nos retrasa un poco para subir a la cumbre del Pico de los Monjes. No hay huella hecha, nadie ha subido aún, y nosotros no vamos a ser menos.

  Enfilamos directamente desde la base del Pico de los Monjes y, como era de esperar, al no conocer el recorrido ni tener el track a mano, nos emocionamos en el descenso y nos pasamos de largo. Toca remontar. Eso sí, una vez arriba, descendemos hasta la cabaña de la Glera, donde volvemos a poner focas y comenzamos la subida. No hacemos ni caso al track, así que nos liamos. Sin embargo, eso nos permite adentrarnos en un mundo donde todo son montañas de nata, cielo azul y una única línea que se pierde en el infinito. En un momento especial, llegamos hasta la misma cumbre del Pico de Astún, superando alguna cota mas en la cresta fronteriza

   Una vez allí, quitamos focas y descendemos hasta el coche, encadenando giros que nos saben a muy, muy poco.