
Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo. He aquí algunos de esos momentos
domingo, 30 de octubre de 2022
Villoslada de Cameros - Ortigosa de Cameros - El Rasillo - Villoslada de Cameros.Btt por la Rioja 1. 12 de octubre 2022
lunes, 24 de octubre de 2022
Orreaga - Sorogain - Lindus - Lepoèder - Orreaga. 9 octubre 2022
La de hoy es una ruta para disfrutar del bosque otoñal.
Desde los primeros metros rodamos entre hayas por el Camino de Santiago,
el bosque se hace más salvaje después, siguen prados y
carretera, que al estar rodeada de colores verdes y dorados la convierten en un
placer. Llevamos así al refugio de Sorogain, donde arranca una pista
tiesa y asfaltada que al tumbar asoma al Adí y a las montañas cercanas. Llegamos a las campas de
hierba más altas, donde ya empezamos con problemas con los cazadores. Alguno en
su palomera se cagó en todo al pasar nosotros por delante, saliendo
incluso con gesto amenazante. Lo de siempre, debe creer que el monte es para su
uso exclusivo. Nosotros ni caso, la campa se pone tiesa y empujando la bici
llegamos al Txasperro. Al bajar, enseguida nos metemos en un hayedo de cuento,
para salir por una pista casi verde que bordeando por el norte el Menditxipi baja después al valle. Otra vez pista arriba
entre hayas y prados hasta el Lindus. Más bosque de cuento y pista asfaltada
nos dejan rápidamente en el Puerto de Ibañeta. Aquí ya hay movimiento:
peregrinos, turistas, montañeros, pero sin masificaciones y todos, como
nosotros, disfrutando de las galas otoñales de la montaña.
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Camino de Txasperro, Adi a nuestra espalda |
Toca ahora la guinda final, la dura subida al Collado de Lepoeder, por pista asfaltada, a veces rota y a veces con tramos de muy duro sendero. Me cruzo con tropecientos peregrinos, bajan por el camino más largo, no entiendo muy bien el por qué. Los coreanos, o japoneses, que no se diferenciarlos hasta me hacen fotos. Llegó por fin al último punto de subida, el Collado de Lepoeder. Espero y espero a Luis, que iba por detrás pero siempre a la vista. A la media hora, ya preocupado tras llamarle varias veces sin respuesta, me dice que está abajo. Se lió con el GPS y se saltó este collado, tirando recto por el Camino de Santiago. Allá que voy entonces, con cuidado de no salir volando por la cantidad de piedras y peregrinos que hay en la mitad superior, la inferior está más limpia de obstáculos y toca disfrute continuo por la senda hasta el coche. De nuevo otro regalo otoñal
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Bajando de Lindus |
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Collado de Lepoéder |
martes, 18 de octubre de 2022
Isaba - Puerto de Laza - Kakueta - Isaba. 8 octubre 2022
Esta etapa la copiamos al Club Deportivo Navarra que la hizo
hace unos 15 días. Salimos del pueblo de Isaba por carretera dirección al Puerto de
Laza, para una vez pasado Ustárroz tirar por pistas a nuestra derecha en
dirección al cordal fronterizo. Después de rodar por prados, en un
momento dado gira el camino y desciende rápido hasta el Puerto de Laza.
Seguimos por cómodas pistas rodeados de ganado y con vistas a los grandes del
Pirineo navarro y de los valles de Ansó
y Hecho, hasta que cerca de donde arranca el descenso final nos desviamos 500 metros para ascender a
la cumbre de hoy: el monte Kakueta o Peñablanca. Dejamos las bicis entre los
bojes y andando subimos a esta redondeada cumbre sin más compañía que unas
ovejas. Deshacemos lo andado hasta las bicis y emprendemos el descenso. Este es
directo, por un hayedo ya otoñal, sobre
una alfombra de hojas, a veces ratonero, a veces técnico, pero muy muy
disfrutón y que nos deja directamente en el mismo pueblo de Isaba. Más directo
casi no se puede
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Camino del Puerto de Laza |
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Camino de la cima de Kakueta, ya sin bicis |
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A punto de llegar a Isaba |
martes, 20 de septiembre de 2022
De Roncesvalles a Irati en btt.19 de septiembre de 2022
Amanezco a los pies
de la Colegiata de Roncesvalles, mítico lugar donde comienzo pedaleando
por el camino de Orbaitzeta y por primera vez desde hace mucho tiempo, bajo un
agradable ambiente fresco y húmedo, ya no me acordaba de lo que era esto. Llego
a la fábrica de Orbaitzeta y sigo, tras un tramo cementado, por un precioso
camino/túnel entre hayas hasta llegar a Irati. “Hago casa” y vuelvo rápidamente
por cemento y asfalto hasta la fábrica de Orbaizeta. Tomo ahora el camino que asciende al collado de Azpegi
para enseguida meterme por el barranco que forma la regata de Echasakese
Txangoa. Sigo entre hayas bordeando el arroyo, pero la cuesta es larga y pendiente y casi se me atraganta. Sin embargo al final se
aplana llegando al cordal , a la vista del Ortzantzurieta y en un
collado nombrado en los mapas como Intzondorreko Lepoa, donde me encuentro una Torre
de Babel formada por multitud de peregrinos, todos disfrutando del día mirando
hacia la vertiente norte del Pirineo. Giro casi 360 grados y subo esquivando el
goteo de peregrinos hasta el collado de Lepoeder. Es curioso, la última vez que
estuve aquí fue sobre unos esquís pero con un tiempo horrible. No queda sino
bajar hasta el collado de Ibañeta y por el
bonito sendero hasta la Colegiata de nuevo
lunes, 5 de septiembre de 2022
Por las sendas de Artajona.3 septiembre 2022
Artajona es un pueblo del centro de Navarra muy conocido por
sus murallas y torreones medievales pero también en el mundo de la bici por su
amplia red de senderos que los locales han creado, mantenido y -con mucho gusto-
señalizado.
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comenzemos |
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últimas sendas |
lunes, 22 de agosto de 2022
Intento al Medacorba (Andorra). 23 junio 2022
miércoles, 10 de agosto de 2022
Por Rumanía con esquis 5. Balea Lac. 4-5 Febrero 2022
El telecabina para en estaciones intermedias decoradas en madera como imagino serían en el siglo XIX, nada que ver con las asépticas y minimalistas instalaciones actuales. Al salir una potente ventisca nos recibe impidiendo ver a dos pasos, alguno hasta arrastra su maleta por encima del paquete de nieve recién caída. Y así nos topamos con el Paltinu Chalet, totalmente forrado de nieve pegada en las paredes por el viento. Nos encontramos con un refugio, más bien chalet, en madera, de exterior parcialmente acristalado, que tiene habitaciones con sus camas y sus sábanas. Una gozada.
Dejamos todo y nos vamos a dar un paseo. La ventisca lo complica pero nos acercamos al túnel que deja la carretera cerca del refugio, quitamos esquís en una de las bocas y nos introducimos dentro, donde se han formado estalactitas y estalagmitas de hielo de hasta más de un metro, que a la luz de los frontales tienen un aspecto muy fantasmal. Salimos por la otra boca, imposible avanzar, así que damos media vuelta y camino del refugio paramos en una casita al lado de nuestro chalet donde están los guías para informarnos de las condiciones
Amanece al día siguiente con un cielo perfecto, sin una nube. Un gran paquete blanco cubre absolutamente todo. Empezamos a avanzar y nos damos cuenta que hay otros chalés porque sus tejados abomban el relieve de la nieve. A mí me da la impresión que está todo muy peligroso con semejante espesor recién caído.
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fantasmas dentro del túnel |
No he conseguido saber el nombre de los collados ni de los valles por los que hoy transitaríamos .Despacio ascendemos a un collado para pasar al valle siguiente al norte, con una nieve polvo fabulosa, para descender hasta un punto en el que el retorno sería demasiado complicado. Allí ponemos focas para repetir el descenso y otra vez volvemos a poner focas para ascender al anterior collado. Aquí nos encontramos con un grupo guiado y entonces, uno de los clientes con tabla de snow, sin decir nada a nadie, se desliza valle abajo a unos metros a la derecha de donde íbamos a descender .Oímos un crack y vemos como rompe una gran placa que se desliza detrás de él pero con la suerte de que con la velocidad que llevaba ni se enteró. Ya con la certeza de por dónde no deberíamos tirarnos descendemos hasta el chalet uniendo giros en una nieve que nos hace disfrutar como locos
Recogemos bultos y nos preparamos para seguir hasta el coche. La carretera lógicamente ha desaparecido bajo varios metros de nieve, pero se intuyen sus curvas y vamos descendiendo por encima hasta un punto dado donde quedan dos opciones: o seguir el trayecto de la nevada carretera o continuar recto por el fondo del barranco, si bien hay un paso que según los guías puede ser expuesto. Celia y yo, más conservadores, decidimos seguir por la carretera. El resto del grupo continuaría por el fondo del valle. Nosotros acabamos con una buena paliza remando y sin embargo, el otro grupo llegó mucho antes que nosotros y sin ningún problema en el susodicho paso.
Ese día continuamos hasta la capital, Bucarest. En dirección contraria tenemos un atasco importante. Todo el mundo parece querer ir a su casa en el campo o a las zonas de montaña. Ahora empieza la visita cultural. Ya habíamos visitando algún monasterio ortodoxo, con su iconografía para nosotros tan llamativa. En la capital visitamos el Parlamento, enorme edificio con una gigantesca plaza que nos recuerda la estética y los diseños de la época soviética, la catedral en construcción, iglesias y monasterios ortodoxos. Con ritos muy diferentes a los nuestros. Unas mujeres ataviadas de domingo,-pañuelos en cabeza como las Matrioskas incluidos-, cocinando en una iglesia nos dieron a probar un rico pan salado., en otra iglesia vemos una especie de konga detrás de un cura que creo era un bautizo, etc.
El centro de la ciudad lo forman elegantes edificios del siglo XIX que nos recuerda mucho al de una ciudad europea como podría ser Madrid. Me llaman la atención los grupos de gente joven que en mitad de la calle y en una mañana fría de domingo se dedican a beber litronas casi en silencio. Numerosos locales nocturnos que vacíos ya están con la música alta, muchos locales de “showgirls” y similares y entre ellos algún templo o monasterio ortodoxo con su rica ornamentación
Y esto se acaba. Han sido unos bonitos y divertidos días de frío y nieve polvo Con un grupo variopinto. Cesc, de cerca de Barcelona, Celia y Manuel, de Madrid, el asturiano Sergio y Jo, un alemán que después de dar muchas vueltas por el mundo ha acabado afincado cerca de Madrid. Ha sido placer compartir con ellos este viaj