Un viaje improvisado al vecino sur.Montañas con una personalidad diferente, con gentes con personalidad muy marcada y cultura distinta que,sin embargo, no me era muy ajena (esos siete siglos de musulmanes en la península igual tienen algo que ver). Y la compañía de los amigos bilbaínos, divertida,fácil... un placer .
Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo. He aquí algunos de esos momentos
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