Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo.
He aquí algunos de esos momentos
El Bacías es la montaña más sencilla y más
rápida de la zona del Balneario de Panticosa. También es de las más bonitas
pues en su ascensión se bordean las cuencas de los Lagos de Brazatos y desde
arriba tiene unas espectaculares vistas sobre todas las cumbres del Balneario, de
la cabecera del Valle del Ara y el Vignemale.
Así echo un vistazo al calendario y con tanto
confinamiento veo que llevaba ya 3 años sin pasar por aquí. Había que hacerle
otra visita
En el
momento de escribir estas líneas han pasado casi cuatro meses desde que hice
aquel viaje. Son muchos los nombres de los lugares por los que pasé: barrancos
collados, valles, masías-mas en esta zona-.Pero horas después de llegar a
casaempieza mi jornada laboral como una
bofetada con la mano abierta del follón que me espera, con lo que no me da
tiempo a asimilar tal volumen de información. Sí que me acuerdo bien de las
sensaciones y de muchas, muchas imágenes de bosques, pistas, caminos, senderos
y también de tramos en los que hasta andar con la bici al hombro tenía su aquel
Me acuerdo especialmente en la etapa entre Fredes y Caro de el pasar por el que
dicen que es el hayedo más austral de Europa, de aquellos difíciles senderos inciclables,
de las paredes de la cara norte del monte Caro a unos pocos kilómetros de
Tortosa y del mar sin que nada lo presagiara. De la tarde que pasé con los
locales de la zona en Caro entre cervezas.,de las vistas desde los collados en
pleno Parque Nacional de los Ports, del espectacular barranco del Estret d'Arnes
y de la acogida que tenía en cada alojamiento de final de etapa.
Cara norte del Monte Caro
Arriba y abajo, Los Ports desde alguno de ellos
Estos de Pedales del Mundo cuidan mucho el tema de la comida y todo aquello que puede hacer agradable al ciclista su estancia. Podría decirse que este es un viaje un tanto pijo, pero esto de llegar al destino cansado después de muchas horas de bici y no tener que preocuparte más que de preparar la bici para el día siguiente, ducharte, comer y descansar me parece un lujo
Hoy va a ser
un día muy largo pues voy a visitar el monte más alejado del Balneario de
Panticosa, junto con el cercano gran pico de Arratille. También será una
jornada solitaria. Salgo todavía de noche y aún me encuentro con
alguien por delante, sin embargo una vez que la cabeza del Lago Bachimaña Superior
me cruzo con la senda que baja de los Lagos Azules y ya estaré completamente solo hasta que, ya bastante tarde, vuelva al mismo,donde me
encontraré con los últimos turistas y montañeros.
Serrato
La ruta bordea los Lagos de Bachimaña por esta tan conocida senda y en la anteriormente comentada cabeza de Lago de Bachimaña Superior la ruta se desvía en busca de los Lagos de Bramatuero bordeándolos por su izquierda.
Refugio en la presa del Lago Bramatuero Superior
La única dificultad está en rodear el lago de Bramatuero Superior
en la que hay que andar buscando con atención los mojones en un continuo sube y
baja, si no tendremos que deshacer lo
andado pero sin más contratiempos. Tal es así que con mí paso tranquilo en los
50 minutos que me costó bordearlo a la subida solamente ascendí 100
metros de desnivel.
Vignemale desde la cima
Continúo después por bloques de piedra hasta las últimas
rampas finales con una mezcla de pequeña piedra/tierra suelta que con buena
pendiente pero sin dificultad me dejaría en la cima. Las vistas a las cuencas
de los Lagos de Bramatuero, Azules, Infiernos. Tebarray, etc., son
espectaculares .También tengo enfrente toda la vertiente del Vignemale que cae
hacia la cabecera del Valle del Ara, lugar que me trae muy buenos recuerdos de
la travesía de la Alta Ruta de los Perdidos que hice en junio. No queda sino
deshacer lo andado, disfrutar del entorno y bajar, bajar y bajar…
desde la cima, sobran palabras
Lago de Bramatuero Superior, el Neveras a la izquierda
Sexto y último día. Hoy amanece perfecto. El
cielo está raso, con temperatura agradable y lo que es mejor, tenemos enfrente
la impresionante cara norte del Vignemale, una de las tres grandes
paredes/caras norte del Pirineo y para
mí tal vez la más bonita.
Cara N del Vignemale, inmenso monumento pirenaico
Empezamos como todas las mañanas, con el
paso tranquilo, pero hoy noto un punto remolón, creo que ninguno queremos
acabar. Así vamos ascendiendo hacia el Collado de los Mulos, unos decidimos
subir por los neveros y otros los evitan pues los crampones son obligados. Una
vez en el collado nos asomamos a la cabecera del Valle del Ara, uno de
los más largos del Pirineo. Sin embargo las pendientes son suaves y el pasar de un mundo mineral a las praderas repletas de
flores nos hace disfrutar lo nuestro. Para nada se hace largo.
Comenzamos la subida al Collado de los Mulos
Cuando llegamos a la Cabaña de Batanes empezamos a cruzarnos con excursionistas, y conforme nos acercamos a Bujaruelo nos cruzamos con más y más gente. Llegamos finalmente a San Nicolás de Bujaruelo y nos encontramos como en otro otro planeta. Hay gente, mucha gente, y ruido, mucho ruido y mucho coche. Sin embargo nos encontramos felices, hemos completado la travesía disfrutando.
Y por si fuera poco he conocido una gente estupenda con las que he competido montaña, charlas, vino y risas. Un regalo haber conocido a estos albaceteños: Manolo, Miguel, Álvaro y Héctor