Llego la noche anterior a la estación de esquí de Arinsal donde saldría al día siguiente y me encuentro con mucho de aquello que me empuja a las montañas. No solo había gente hasta la bola, sino ruido, gritos y sobre todo un ruido infernal de motores de coches y sus explosiones que llenan todo y hace imposible hasta oír tus pensamientos. Huyo de allí pero después de dar unas cuantas vueltas buscando donde parar continúo hacia Andorra la Vella. Nada, imposible. Así que cansado de dar vueltas buscando un sitio decente donde pasar la noche en la furgo vuelvo al punto de partida y acabo en un triste rincón
La mañana siguiente
todo tiene otro color, camino por un sendero que discurre rodeado de rododendros hasta
llegar sin darme cuenta al bonito refugio de Comapedrosa. El track me lleva por
la GR-11 pero al rodear el Estany Negre me
encuentro un nevero bastante tieso donde sin material me juego un buen chapuzón. Me cruzo entonces con un
grupo de veteranos montañeros que me dicen que girando a la derecha subo al lomo
cimero siguiendo los puntos amarillos. Y así buscando estos puntos amarillos y
las trazas de senda me encaramo a la cumbre. El viento ha ido en aumento
haciendo que los pocos de aquí hemos llegado andemos buscando una piedra donde
agachados podamos comer algo antes de
bajar. Las vistas son espectaculares, abajo veo el Valle de Arinsal totalmente urbanizado, alrededor un mar de montañas que
no conozco. Unos montañeros me indican donde está el Montcalm, el Sotllo y la Pica
d'Estats que tan buenos recuerdos me traen, aunque desde aquí se me hacen irreconocibles
.Un paraíso de montañas que es difícil de imaginar desde abajo con el
maremagnum de cemento y asfalto que ese
día me parecieron los valles andorranos
refugio de Comapedrosa |
Estany Negre |
Valle de Arinsal |