Camino de Santiago francés: fotomontaje, Agosto 2012

    Viviendo en la linde del Camino, es lógico tener la "txirrinta" de querer recorrerlo alguna vez. No tenía muchos días, y contaba con la posibilidad de furgoneta de apoyo, así que comencé desde donde no conocía, en Viana. Y pude, además, hacerlo de forma "comodona", sin peso y con mi casa sobre ruedas al final de cada etapa. Todo un lujo.
        La llegada a la Plaza del Obradoiro ,una sorpresa. Decenas de peregrinos, también recién llegados, se emocionaban. Si esto pasa ahora, con caminos cómodos, infraestructura del primer mundo, seguridad... ¿Qué sentirían hace 10 siglos?