Raro
es el año que no subo al Bacías. Es un monte para subir sin prisas, que se hace
rápido y con estupendas vistas a los
tresmiles que rodean el Balneario de Panticosa, además de bordear el Embalse de
Brazato y los Lagos Altos de Brazato. Y
raro es también poder estar solo en su cumbre, y más un domingo de agosto. Solo
coincidí arriba con David, a quien interrumpí su siesta cuando llegué pero, tras un rato de charla, el continuó por otra vertiente respetando también el momento del otro
Para muchas culturas las montañas han sido y son lugares sagrados. Tierras que separan naciones y unen pueblos, lugares donde el hombre percibe fuerzas que apenas entiende y que sintiendo su intensidad,"se siente" libre. Y así busca su fuerza, su energía, su placer, en las alturas, en los vientos, en los colores, en los otros. Compartiendo el mundo con los dioses...Y yo me incluyo. He aquí algunos de esos momentos
No hay comentarios:
Publicar un comentario