Hoy salimos de las pistas de esquí de Poiana Brasov, pero enseguida nos apartamos de ellas para subir por otro precioso bosque. Curiosamente después de la nieve dura de ayer hoy foqueamos por una estupenda nieve polvo recién caída. Nos llama la atención los carteles que nos avisan de que tengamos cuidado con los osos. Confiemos en que ahora estén invernando varios metros bajo nuestros pies.
Y así llegamos al mirador de Postavaru, con fabulosas vistas a las montañas de alrededor y la cercana ciudad de Brasov, que luego visitaremos.
Es esta una ciudad con mucha historia, con un precioso casco histórico barroco y que fue el epicentro de aquellos sajones que el Reino de Hungría trajo del Sacro Imperio Romano Germánico para defender sus fronteras allá por siglo XII y cuyos descendientes últimos emigraron después de la segunda guerra mundial
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